
Uno de los mayores obstáculos para iniciar una recuperación real es el autoengaño y el personaje montado por el adicto. Durante años, la persona que consume ha construido un relato y una imagen que sostiene su adicción, lo protege del juicio y le permite seguir funcionando… al menos en apariencia.
Romper esa imagen, desmontar ese personaje y mirar de frente la verdad sin máscaras, es uno de los actos más difíciles y a la vez más liberadores del proceso de sanación.
¿Qué significa el autoengaño en el adicto?
El autoengaño es la habilidad del adicto para mentirse a sí mismo con convicción, para justificar su consumo, minimizar su dolor y evadir su responsabilidad. No es una mentira consciente todo el tiempo. Es más bien una distorsión interna que se vuelve parte de su identidad.
Frases como:
- “No estoy tan mal.”
- “Hay gente peor que yo.”
- “Yo controlo.”
- “Puedo dejarlo cuando quiera.”
son parte del repertorio con el que el adicto se engaña para seguir consumiendo sin culpa.
¿Y qué es el personaje montado por el adicto?
Es esa identidad que el adicto se inventa y muestra al mundo para que nadie sospeche lo que realmente ocurre dentro de él. Puede ser:
- El gracioso de la fiesta.
- El exitoso en el trabajo.
- El rebelde incomprendido.
- El seductor constante.
- El víctima de la vida.
Este personaje es su escudo contra la vergüenza, el dolor y el vacío, pero también es su prisión. Mientras lo sostenga, no puede ser auténtico, ni vulnerable, ni libre.
Frase clave en terapia: “El personaje consume por ti”
Muchos terapeutas explican que ese personaje interno es el que sigue tomando decisiones autodestructivas. Porque está basado en la negación, el orgullo y la falsa autoestima. Por eso, para sanar, hay que desmontarlo pieza por pieza.
Testimonio: Nicolás, 30 años
“Yo era el alma de todas las fiestas. Tenía miles de amigos, siempre sonreía. Pero por dentro estaba destrozado. En la clínica me enfrentaron con eso: con el personaje que había creado. Me costó muchísimo soltarlo, porque era lo único que sentía que tenía. Pero cuando empecé a mostrar mi dolor real, dejé de consumir para aparentar y empecé a vivir para sanar.”
Señales de que el personaje está activo
- Te muestras bien cuando estás mal.
- Te ofendes cuando alguien sugiere que necesitas ayuda.
- Justificas constantemente tus decisiones.
- Cambias de versión según quién te escuche.
- Te sientes solo, incluso rodeado de gente.
Todas estas señales indican que el autoengaño y el personaje montado por el adicto siguen en control.
Cómo desmontar el personaje y salir del autoengaño
1. Admitir la mentira
Reconocer que has vivido una doble vida es el primer paso. Duro, sí, pero necesario.
2. Mostrarte vulnerable
Habla de tus miedos, de tu dolor, de tus errores. No eres menos por mostrarte humano.
3. Buscar ayuda profesional
Un terapeuta puede ayudarte a distinguir entre tu verdadero yo y el personaje que construiste.
4. Escribir tu historia real
En muchos centros se trabaja con ejercicios de autobiografía honesta. Contarte tu verdad es poderoso.
5. Rodearte de personas que no necesiten que actúes
La recuperación real ocurre en relaciones auténticas, no en escenarios sociales.
La familia también cree en el personaje
Es importante entender que el entorno también cae en el engaño. Muchos familiares prefieren creerle al personaje que enfrentar la realidad. Por eso:
- Lo defienden.
- Lo niegan.
- Lo sostienen económicamente.
- Lo premian por “logros falsos”.
Romper el autoengaño es un proceso colectivo. Todos deben quitarse la venda para que el cambio sea real.
Conclusión: sin máscaras, sí hay vida
Puede dar miedo soltar el personaje. Puede doler mirarse sin filtros. Pero solo cuando el adicto deja de mentirse y desmonta el personaje que ha creado, puede comenzar a construir una vida desde lo real.
Porque lo auténtico, lo imperfecto y lo vulnerable es también lo más humano y poderoso que existe.